jueves, 24 de mayo de 2012

Natalicio del Dr. Tobías Lasser



Tal día como hoy un 24 de mayo de  1911, nació el  Dr. Tobías Lasser  director y fundador de las publicaciones Flora de Venezuela y Acta Botánica Venezuelica. Además  pilar fundamental en la creación del Jardín Botánico de la UCV, la Escuela de Biología y la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela.

Se dio a la tarea de desarrollar está  Fundación en las 70 hectáreas de su extensión, convirtiendo el Jardín Botánico de la UCV “en una aula abierta para conocer sobre las plantas de Venezuela y el mundo”.

El doctor Tobías Lasser fue un ejemplo de constancia y crecimiento, brindando todo su conocimiento y experiencia en aras del desarrollo científico en nuestro país.

EL Jardín Botánico de la UCV dictó la charla el “Gusano de Palma”



La Fundación Instituto Botánico de Venezuela “Dr. Tobías Lasser” realizó una Charla sobre el  Gusano de Palma”, la profesora y Jefa de Cátedra de Zoología del  Departamento de Biología y Química del Pedagógico de Caracas, Yasmin Contreras, fue la encargada de explicar los aspectos biológicos y ecológicos del mismo.

Ciclo de vida

El Brassolis Sophorae o conocido comúnmente “Gusano de Palma” esta atacando las palmeras ubicadas en la ciudad de Caracas, estos  suelen atacar  entre los meses abril- mayo y octubre-noviembre. Debido a que su ciclo de vida esta comprendido por un proceso que comienza con la colocación de huevos en las hojas de la palma, en donde llega a colocar entre 200 y 400 y dura 29 días. Luego se convierten en larvas, las cuales forman nidos con las hojas de la palma y con una sustancia que segregan por la boca, esta fase dura 120 días. Para después pasar a oruga y convertirse en mariposas (Orden Lepidoptera, Subfamilia Brassolinae, Familia Nymphalidae) las cuales duran entre 11 y 15.

La mejor manera de atacarlo

La mejor forma de atacar al “Gusano de Palma” es en su segunda fase a través de los nidos, ubicándolos en la palmera o en áreas de las casas como las esquinas de las paredes o  debajo de las escaleras. Para posteriormente remover el nido e introducirlo en una sustancia jabonosa o  quemar. La profesora recomendó que no se usaran insecticidas ya que estos eliminan a sus depredadores naturales los cuales son la avispa, avispita negra y las aves Tordito y Chiriguare.

La mejor forma de evitar la proliferación es la difusión de charlas con especialistas, la  prevención y la organización entre las comunidades.

lunes, 21 de mayo de 2012

Acta Botánica Venezuelica fue invitada para ser incluida en JSTOR


La Acta Botánica Venezuelica, publicación que preside la Fundación Instituto Botánico de Venezuela "Dr. Tobías Lasser",  fue distinguida con la honorable invitación para ser incluida en JSTOR que es un sistema de archivo en línea de publicaciones académicas ubicado en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.  El acceso a JSTOR, se encuentra principalmente autorizado por bibliotecas, universidades  y editores de todo el mundo. Aquellas instituciones  que cuenta con la concesión requerida pueden facilitar el acceso de sus miembros  de manera totalmente gratuita  a través de internet.

284 BOTÁNICA Y GASTRONOMÍA

Escarbadores y recolectores, eso éramos. Para sobrevivir tuvimos que aprender a la fuerza que de nuestro entorno era medicinal, venenoso o, sobretodo nutritivo. Fuimos acumulando y transmitiendo esa información inmensa de historia en historia. De canto en canto. De chamán en chamán. Así fue, al menos, hasta que hace poco mas de 2300 años el griego Teofrasto publicara el mítico Sistema Naturae, iniciando con ello la clasificación botánica de nuestro entorno vegetal.

Aprendimos a comer raíces como la zanahoria, bulbos (tallos, según algunas clasificaciones) como el ajo, comulgar con la enorme energía que acumula una semilla y entender que cuando de esta brota la primera hoja (o dos, según el caso) su poder es aun mayor. Flores, hojas… ¡Todo lo comemos y clasificamos!

Pero es irónico que, siendo para los cocineros nuestro mundo, no sepamos prácticamente nada de botánica. Rara vez sabemos con certeza cual parte de una planta estamos comiendo, mucho menos sus propiedades o su entorno. Siendo la cocina un oficio técnico con lenguaje propio, lógico sería que el vocabulario botánico fuese parte de él. Hablamos de entender y nombrar nada menos que la fuente principal de energía desde la que se sustenta la vida sobre la tierra. Mas allá de nuestras clasificaciones intuitivas (y muchas veces erróneas) de verdura, vegetal, fruta, hortaliza, cereal; necesitamos entender con que contamos (nuestra biodiversidad), en que momento (estacionalidad), si lo tendremos (sustentabilidad) y, para transmitirlo, saber nombrarlo desde una nomenclatura ordenada.

El fin de un cocinero no puede ser únicamente hacer un buen plato. Esa es la condición mínima. Lo que hacemos afecta (para bien o para mal) tanto a productores como a nuestro entorno, y si deseamos ser parte activa de las soluciones y de las contribuciones a la sociedad en la que estamos insertos, la botánica pasa a ser fuente de información fundamental.

Un botánico nos puede explicar que de lo que crece en nuestro entorno es comestible. Por ejemplo, el amaranto ha cobrado cada vez mas relevancia a nivel mundial por sus propiedades nutritivas, y resulta que lo tenemos bajo el nombre de pira creciendo hasta en las aceras de nuestras ciudades; o puede indicarnos como en las faldas de nuestro cerro Ávila crece una piperácea nativa, que con intenso aroma a pimienta pude engalanar nuestros platos, tal como se hace en México. ¿Sabía usted que existen calendarios de fructificación y semillas, que indican en que momento del año tenemos cada fruto comestible del país? (se consiguen en el Ministerio del Ambiente y en las facultades de Agronomía) ¡Lo que haría un cocinero con ello!

Pero mas allá de los evidentes aportes gastronómicos que podemos sacarle a un botánico, entender nuestra propia gastronomía pasa por entender claramente la bioregión en la que habitamos. Desde la que nos proveemos. La misma que inequívocamente define la cultura gastronómica de nuestras zonas de influencia. Si deseamos defender nuestro vasto acervo gastronómico, debemos tener las herramientas. El conocimiento botánico indudablemente es un buen aliado. Por ejemplo, conocer las características de una bioregión nos permite entender que elementos foráneos de siembra podrían forzar su frágil equilibrio edificado por milenios. No es casual que las zonas cuyo mercadeo depende del agro se defiendan con las uñas en contra de invasores. Piense usted, por ejemplo, lo que implicaría para la Isla de Margarita que una siembra rentable invasora desplazara al tomate o al ají, emblemas de Nueva Esparta; o que la zona francesa de Burdeos se quedara sin uvas para hacer vino. No es apocalíptico el escenario, ha sucedido y sucede todo el tiempo en el mundo. La avaricia sumada a la ignorancia es una combinación letal, o como dijo un amigo: “La gastronomía sumada a la botánica, es una combinación vital”.

II
Bien dicen que toda crisis es una oportunidad, y ante reducciones presupuestarias en el Jardín Botánico de Caracas se plantearon un curso de “Botánica y Gastronomía”, proyectando a la sociedad el conocimiento acumulado. La licenciada Alix Amaya ha ideado un taller compuesto de 4 horas teóricas y 4 prácticas dirigido especialmente a cocineros, para ser dictado en el mismo Jardín, o en escuelas de cocina en cuyo caso el componente práctico se haría en un supermercado. Como bien dice ella, lo único que hace falta son grupos organizados con ganas de aprender y que la contacten a través de su correo alixamaya@gmail.com. Los objetivos que tiene son simples, pero trascendentales: Que nuestra cocina sume valía mediante el uso de nuestra flora nativa, en platos creados desde nuestra propia dinámica sustentable.

Tomado del Blogger de Sumito Estevez  http://sumitoestevez.ning.com/profiles/blogs/284-botanica-y-gastronomia?xg_source=shorten_twitter


Charla: "Gusano de Palma "


La Fundación Instituto Botánico de Venezuela “Dr. Tobías Lasser” te invita a asistir a la Charla: “Gusano de Palma” donde la profesora y Jefa de Cátedra de Zoología del  Departamento de Biología y Química del Pedagógico de Caracas, Yasmin Contreras, explicará su ciclo de vida, causas, consecuencias y recomendaciones.

El Gusano  (Brassolis sophorae) afecta a las palmas, principalmente las ubicadas en la ciudad de Caracas,  incluyendo al Jardín Botánico de la UCV, el cual cuenta con un palmetum. Estamos hablando de la fase juvenil de un insecto del grupo de las mariposas (Orden Lepidoptera, Subfamilia Brassolinae, Familia Nymphalidae).

La invitación es para el martes 22 de mayo de 2012, en el Auditorio “Dr. Maurico Ramia” del Jardín Botánico de la UCV  a las 3:00 PM. Entrada libre.


Para  mayor  información:
http://jardinbotanicodecaracas.blogspot.com/
prensa@fibv.org.ve
Teléfonos: (0212) 6053973 / 6053994
Twitter: @jbcaracas. Facebook: JBCaracas Jardín Botánico.

jueves, 29 de marzo de 2012

Venta de flores en el Jardín Botánico de la UCV

Cambio climático Venezuela


El gigante asiático emitió 7.032 millones de toneladas de CO2, 23 por ciento del total mundial, según cifras para 2008 del Centro de Análisis de Información sobre Dióxido de Carbono (CDIAC por sus siglas en inglés)

Si China es el país que emite más dióxido de carbono (CO2) en el planeta, Venezuela y algunos de sus vecinos en el Caribe, empapados en petróleo, le aventajan en esa destructiva tarea cuando las emisiones se miden por habitante.
El gigante asiático emitió 7.032 millones de toneladas de CO2, 23 por ciento del total mundial, según cifras para 2008 del Centro de Análisis de Información sobre Dióxido de Carbono (CDIAC por sus siglas en inglés) del Departamento de Energía de Estados Unidos: 5,3 toneladas por habitante. 

Venezuela apenas carga 0,56 por ciento del total mundial de este gas de efecto invernadero: 169,5 millones de toneladas, pero esa cifra equivale a seis toneladas por habitante. 

El sector energético es responsable de 95 por ciento de las emisiones venezolanas de CO2, y de ellas 35 por ciento corresponden a transporte, 48 por ciento a la industria petrolera y plantas termoeléctricas, y 17 por ciento al resto del parque industrial, señaló a IPS el ingeniero Juan Carlos Sánchez, integrante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), reconocido en 2007 con el premio Nobel de la Paz. 

"Resalta el derroche en el consumo de combustible, el más barato del mundo, dos centavos de dólar por litro, sin cubrir siquiera el costo de la manufactura. Eso mata cualquier plan de ahorro o de eficiencia en el uso del recurso", dijo Sánchez a IPS. 

Al elevado consumo "se debe agregar la deforestación –que priva al entorno de bosques para absorber CO2–, que en Venezuela ha llegado a 240.000 hectáreas por año. Aunque la mitad de su superficie esté cubierta de bosques, la degradación alcanza hasta 0,6 por ciento anual", advirtió a IPS el experto forestal Julio César Centeno, profesor de posgrado en la Universidad de Los Andes, en el sudoeste del país. 

Venezuela combina la actividad extractiva petrolera –un símbolo de la degradación es que al cabo de un siglo de explotación todavía se quema gas en fumarolas o mechurrios junto a los pozos– con un parque automotor voraz y la instalación de plantas termoeléctricas, al resultar insuficiente la hidroelectricidad. 

Cinco millones de vehículos que ruedan por sus calles y carreteras consumen en Venezuela unos 300.000 barriles (de 159 litros cada uno) de gasolina por día, "con el agravante de que el rendimiento es de 10 o menos kilómetros por litro, lo que arroja a la atmósfera 250 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, versus por ejemplo 140 gramos en Europa y planes para llevar la emisión a 95 gramos en 2020", dijo Centeno. 

Quizá Venezuela pueda consolarse si mira un momento al Caribe o a sus socios en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). 

Trinidad y Tobago lanza a la atmósfera "apenas" 49,7 millones de toneladas de CO2 cada año, pero eso equivale a 37,3 toneladas por habitante, por lo que es el segundo emisor en un ranking mundial en el que Antillas Holandesas (con Curazao hasta 2010) ocupa la cuarta casilla con 31,9 toneladas por habitante, y Aruba, otra isla holandesa, la novena, con 21,7. 

En el caso de Curazao incide la presencia de una refinería de petróleo que opera desde 1918, en el trinitobaguense la explicación apunta a la extracción y licuefacción de gas, y en el de otras pequeñas islas al empleo intensivo de combustible de aviación en los aeropuertos que llevan y traen a los viajeros. 

Ocurre lo mismo en otros territorios pequeños con uso intenso de combustible por distintas razones, como Luxemburgo (octavo emisor por persona), el británico peñón de Gibraltar, el archipiélago francés Saint-Pierre et Miquelon o las danesas Islas Feroe. 

El líder emisor por habitante es Qatar, con 53,5 toneladas por habitante, y entre los 20 primeros figuran otros grandes en la economía de los hidrocarburos: Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Brunei, Kuwait, Estados Unidos, Arabia Saudita, Omán y Kazajstán. 

En ese "club", Venezuela se destaca por la ausencia de políticas y medidas dirigidas a revertir o compensar las emisiones "por contraste con un discurso ambiental grandilocuente en foros internacionales", dijo Sánchez, tras recordar que este país es el único de la OPEP que por ejemplo ha ratificado el Protocolo de Kyoto sobre cambio climático. 

Copada la capacidad de sus hidroeléctricas, Venezuela ha comenzado a instalar plantas térmicas alimentadas con combustibles líquidos "cuando debe tender a emplear gas, que puede generar la misma electricidad con 40 por ciento menos emisiones de CO2", apuntó Centeno. 

Igualmente, indican las fuentes, Venezuela debería mejorar el rendimiento de su parque automotor, introducir motores de autos híbridos y que permitan usar etanol, y auspiciar los ferrocarriles y en general el transporte público frente al privado: de cinco millones de vehículos que ruedan cada día, 3,2 millones son automóviles particulares. 

Sobre la gasolina hay una amplia coincidencia: el precio, inmóvil desde hace casi 15 años merced a los subsidios, liquida cualquier plan de ahorro, amén de que, por la diferencia con valores internacionales, supone una pérdida de ingresos superior a 12.000 millones de dólares anuales para el Estado, según la firma de consultores Ecoanalítica. 

Centeno destacó que el deterioro de las cuencas de ríos que llevan agua a la población debe detenerse y urge un plan para reforestar con especies nativas al menos dos millones de hectáreas, lo que podría extraer de la atmósfera 1.100 millones de toneladas de CO2, casi tantas como las producidas por Brasil, México y Venezuela en 2008. 

Junto al daño puramente ambiental se coloca el económico: el mundo libera, en promedio, 0,6 toneladas de CO2 por cada 1.000 dólares de producto interno bruto (PIB). 

Pero con base en sus parámetros de eficiencia, en Europa esa relación es de solo 0,28 toneladas por 1.000 dólares de PIB, en Estados Unidos de 0,42 y en el conjunto de América Central y del Sur de 0,53 toneladas. 

El registro para China es de 2,20 toneladas por 1.000 dólares de PIB, para India de 1,40 y para los petroleros de Medio Oriente un abanico que va desde las 0,72 toneladas de Qatar hasta las 2,52 de Irán. Los sauditas arrojan 1,25 toneladas por cada 1.000 dólares producidos. 

Los venezolanos y algunos vecinos del Caribe que son intensivos en producción y consumo de petróleo están sobre la media regional: Venezuela arroja 0,90 toneladas de CO2 por cada 1.000 dólares de PIB, Trinidad y Tobago 2,45 y las Antillas Holandesas, que en 2008 incluían a Curazao y su gran refinería, 2,87 toneladas. (FIN/2012)