La Fundación Instituto Botánico de Venezuela “Dr. Tobías Lasser”, en estas vacaciones ha recibido a diversos planes vacacionales. Ofreciéndoles a los niños y niñas trasladarse al mundo de la naturaleza y conociendo así la diversidad de especies de plantas y animales que se encuentran en el jardín a través, de una serie de actividades que te invitan a sumergirte en un mundo natural, en donde los ruidos de la cuidad desaparecen por completo.
Conociendo las actividades
“El sendero de la vida” nos lleva a realizar un recorrido cíclico de 425 metros a través de las colinas del jardín y en donde se pueden observar perfiles de suelo, interrelaciones suelo-plantas-organismos, es decir se percibe un contacto más directo con los elementos que componen la naturaleza.
También nos encontramos con la experiencia de ser “Horticultor por un día”, donde se disfruta y se aprende a sembrar una planta. Asimismo se conoce sus cuidados a través de la práctica directa con las semillas y el abono.
“Semillita”, es el nombre de otra actividad, la cual nos adentra a vivir la experiencia de sentir el jardín como un aula abierta, mediante técnicas de collages y germinadores de plantas.
Para vivir una experiencia más extrema se encuentra el “Rally ecológico” en donde se realizan juegos como carreras de sacos, los cuales se realizan al mismo tiempo que se aprende a relacionarse con el entorno natural, sin dañarlo.
Para los niños y niñas que les gustan explorar y aprender sobre la teoría y la práctica de la biodiversidad y conservación se encuentra el “Taller de biodiversidad y conservación” el cual incluye un recorrido desde otra visión en algunas áreas especificas del jardín, para posteriormente ver una proyección sobre la biodiversidad mundial y del país.
Para visitas más libres existe el “Uso de áreas verdes” la cual no tiene ninguna actividad especifica sino que depende de las actividades que quiera realizar el Plan vacacional, siempre cuando se cumplan las normas establecidas en la Fundación.
Y por último nos encontramos con la actividad “Exploradores del micromundo” a través de la proyección de documentales sobre todo ese mundo que no vemos a simple vista, donde viven bacterias, como los ácaros que son una subclase de arácnidos, los cuales se encuentran en las camas, libros y hasta en los alimentos. Posteriormente, para vivir la experiencia más de cerca los niños y niñas observan a través de lupas y microscopio hormigas, pelos de personas, semillas y zancudos.
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