viernes, 20 de enero de 2012

Uso y abuso en los Parques Nacionales

Fuente: www.eldiariodeguayana.com.ve
Uno de los destinos turísticos más visitados durante la temporada vacacional son los Parques Nacionales de Venezuela. Picos nevados, tepuyes, sabanas, selvas nubladas, bosques, llanos, playas, montañas, ríos, lagunas, cuevas y médanos, son algunos de los paisajes que se pueden disfrutar en los 43 Parques Nacionales y 36 Monumentos Naturales que posee este vasto territorio.

Sin embargo, diversas organizaciones ambientalistas del país han señalado que estos espacios presentan graves problemas como las invasiones humanas, la contaminación, la cacería furtiva, la pesca ilegal, la agricultura, la extracción de recursos, los incendios forestales, el turismo descontrolado, la falta de equipamiento e infraestructura para los Guardaparques y el desconocimiento por parte de los usuarios del comportamiento a seguir cuando visitan un parque nacional. 

TURISMO SIN CONTROL
Los reportes del trabajo que viene realizando la Asociación Civil para la Conservación de los Parques Nacionales de Venezuela (Bioparques) advierten que “el turismo descontrolado y el mal uso y abuso que hacen los visitantes de estos espacios son uno de los responsables de su actual estado, ocasionando grandes costos económicos y ecológicos para el país”.

Según Viviana Salas, directora ejecutiva de Bioparques, “el desconocimiento por parte de estos visitantes de la normativa a seguir y la carencia de infraestructura de los parques para recibirlos, hace que año tras año empeore esta situación generando grandes costos para el estado, tanto económicos como ecológicos”.
Para esta organización, la protección que le ha brindado el Estado venezolano a sus espacios naturales través de la figura de áreas protegidas es valiosa, sin embargo advierte a los visitantes comportarse “a la altura de nuestros paisajes y colaborar con su conservación”.

Para muchos especialistas como Diego Díaz Martin, biólogo y director de la organización no gubernamental Vitalis, formar un ciudadano ambientalmente responsable es un trabajo a largo plazo que requiere de una acción conjunta entre los diferentes actores de una sociedad dispuestos a cambiar un modelo educativo y de desarrollo orientado a consumir de manera insustentable. “Los gobiernos no se han preocupado por internalizar la importancia de lo ambiental, formando ciudadanos con un perfil sostenible para el nuevo siglo”.
Un estudio realizado por Vitalis sobre la situación actual del Sistema de Parques Nacionales de Venezuela indica que “la mayoría de las áreas evaluadas no cumplen a cabalidad con los requisitos de un Parque Nacional eficientemente manejado en función de los compromisos establecidos en el marco jurídico y técnico  vigente, a nivel nacional e internacional”.

El estudio considera que Venezuela ha desarrollado importantes avances en la conservación de los Parques Nacionales y otras áreas protegidas, en especial en materia constitucional y jurídica; y en el desarrollo “amplio y diversificado” de un sistema de áreas protegidas.

Sin embargo, advierte sobre el vacío existente en cuanto a: “planificación y manejo de los Parques Nacionales, su adecuación al contexto, en asegurar su sustentabilidad ecológica y financiera, en promover una verdadera participación ciudadana y un acceso libre a la información relacionada con las mismas, en lograr la protección a perpetuidad de algunos de sus principales ecosistemas y en la vinculación clara y directa de su existencia y apropiado manejo con el desarrollo sustentable, el alivio de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida de todos sus ciudadanos”.

Agrega el informe que “pese a su importancia, en la actualidad sólo 46,5% de los Parques Nacionales (20) y 13,9% de los Monumentos Naturales (5) disponen de Planes de Ordenamiento y Reglamento de Uso; el resto de estas áreas se rigen exclusivamente por el mencionado Decreto 276 del 9 de Junio de 1989”.

CANAIMA
La investigación de Vitalis valoró el estado de los parques nacionales El Ávila, Canaima, Mochima, Morrocoy, San Esteban, Sierra Nevada, Aguaro-Guariquito y Terepaima. Con relación a la situación del Parque Nacional Canaima destacó entre sus principales amenazas:
1. La actividad turística sin control, mal uso del fuego, actividad minera metálica y no metálica.
2. El cambio en el patrón de la población y su incremento aumentan usos que se convierten en serias amenazas.
3. El número de incendios, incremento de la tala y deforestación con fin agrícola.
4. La explotación minera a pequeña escala; esta actividad aumenta la sedimentación de los ríos que drenan dentro del parque y que son fuente primaria de producción de energía eléctrica.
5. El turismo creciente y acceso a sitios de especial sensibilidad (tepuyes).
6. El fuego, la actividad turística y la minería también fueron identificados en las adyacencias del Parque Nacional.
7. El presupuesto deficitario que no permite contar con suficientes guardaparques para su vigilancia y control.

PRESERVACIÓN

Según explican Domingo Medina y Mariapia Bevilacquia, investigadores de la organización ambiental venezolana Acoana, lograr una industria turística responsable supone internalizar el concepto de preservación entendida como “una permanente cooperación con comunidades locales y manejadores de recursos naturales en destinos turísticos, que internalicen y estén genuinamente estimulados por el entendimiento que la preservación de lo que hace un destino turístico una ventaja comparativa, es clave para la sustentabilidad de la industria”.
Impactos provocados por el turismo sobre la cobertura vegetal, el agua, la calidad del aire, suelos, la geología, vida silvestre y otros, se expresan tal como lo dicen Medina y Bevilacquia, en deforestaciones, compactación y erosión de suelos, sobreexplotación y destrucción de la flora y fauna, extracción de material geológico, basura, contaminación de agua, perturbación de hábitat y extinción local de vida silvestre, así como concentración y congestión de visitantes.
Por ello, sugieren viajar responsablemente, con sustentabilidad, sensibilidad social y ambiental y equidad social. En pocas palabras, fomentar un turismo ambientalmente responsable con sus parques nacionales.

Valor de un parque
Las organizaciones ambientalistas del país recuerdan que existen razones suficientes para proteger los parques nacionales: Más del 85% del agua potable que consumimos los venezolanos proviene de los Parques Nacionales. Representan fuentes económicas alternativas  para las comunidades locales. Sus bosques actúan como grandes pulmones que absorben la contaminación que afecta nuestra salud. Son una muestra de los diferentes ecosistemas del país y altamente atractivos para el turismo. Industria que adecuadamente administrada, es una de las que genera más empleo y dinero en el todo el mundo. Son el hábitat de numerosas especies de plantas y animales. Son espacios para la recreación de todos los venezolanos. Brindan espacios para la investigación científica que ofrece curas potenciales a muchas enfermedades. Representan el 15% de nuestro territorio. Son patrimonio de la Nación… ¿quieres más razones para conservarlos?

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