lunes, 7 de noviembre de 2011

Desarrollan un nuevo procedimiento para obtener metano a partir de residuos sólidos urbanos

Investigadores del grupo TEP-181: Tecnología del Medio Ambiente de la Universidad de Cádiz, que dirige el catedrático Diego Sales, han desarrollado un nuevo procedimiento para el tratamiento biológico de la Fracción Orgánica de los Residuos Sólidos Urbanos (FORSU), con el objetivo de obtener metano de forma más eficaz.

Las elevadas cantidades de residuos orgánicos que se generan en la actualidad suponen un alto riesgo para el medio ambiente, que puede contaminar aguas subterráneas y superficiales así como otros muchos factores del entorno natural. La degradación anaerobia (cuyos organismos no utilizan oxígeno en su metabolismo) se propone como  alternativa al tratamiento de este tipo de residuos, que permite obtener un biogás valorizable energéticamente, pues contiene metano, así como un efluente orgánico estabilizado que puede ser utilizado como enmienda orgánica para suelos empobrecidos.

El proceso de degradación anaerobia incluye una serie de etapas microbiológicas encadenadas, en las cuales los productos de la etapa previa son la materia prima de la etapa siguiente. Este complejo proceso se centra, en gran medida, en las diferentes etapas microbiológicas y rutas metabólicas a las que son sometidos los residuos y que “llevan a la producción de metano como efluente gaseoso principal del proceso”. El nuevo procedimiento que se propone, consiste en la degradación anaeróbica de la FORSU en reactores en fases de temperatura. El hecho de que no haya separación de etapas microbiológicas confiere una especial estabilidad al proceso que puede asimilar las alteraciones que pudieran tener lugar durante el proceso con mayor facilidad. De esta forma, además, se consigue incrementar la capacidad diaria de tratamiento del residuo y la eficacia en la producción de biogás, así como la eliminación dicha materia orgánica durante todo el proceso global.

Ventajas de este procedimiento
Esta invención, en la que además de Juana Fernández han participado los profesores Luis Isidoro Romero García, Montserrat Pérez García, Carlos Álvarez Gallego y Diego Sales, es “desde un punto de vista práctico, un sistema con el que se puede trabajar con un tiempo total más pequeño que el que sería necesario cuando se utiliza un único reactor”, como sostiene el catedrático Luis Isidoro Romero García. A esta clara ventaja hay que añadir “lo que a priori parece un inconveniente, el hecho de que se debe duplicar todo el equipo, en principio supone cierto grado de aumento en los costes iniciales pero a la larga puede salir rentable”. No obstante, “globalmente hay una mejora significativa en cuanto al tiempo de operación y en cuanto al grado de estabilidad del proceso”, como insisten desde la UCA.

El siguiente paso de este trabajo, enmarcado en la tesis doctoral realizada por Juana Fernández, “es reproducir las condiciones de operación ensayadas, a escala de planta piloto, con el objetivo de corroborar el desarrollo del proceso”. Actualmente, el grupo de investigación dispone de una planta piloto en la planta de reciclaje y compostaje Las Calandrias, donde no se descarta la optimización del proceso de degradación anaerobio a un sistema en fases de temperatura.






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